Regulación emocional en niños y adolescentes

Regulación emocional en niños y adolescentes: claves para comprender y acompañar



La regulación emocional es una habilidad esencial del desarrollo infantil y adolescente. Consiste en reconocer, expresar y modular emociones de manera adaptativa. Cuando este proceso se altera, hablamos de desregulación emocional, caracterizada por respuestas intensas o desproporcionadas que interfieren con la vida diaria (Gross, 2014; American Psychiatric Association, 2022).

¿Por qué ocurre?

Su origen es multifactorial, no depende de una sola causa, sino de la interacción de varios factores que influyen simultáneamente:

  • Neurobiología: La corteza prefrontal, implicada en el autocontrol, madura de forma progresiva hasta la adolescencia (Casey et al., 2011).
  • Contexto: Ambientes inseguros o experiencias adversas aumentan la vulnerabilidad (Shonkoff et al., 2012).
  • Lenguaje y comunicación: Dificultades para expresar emociones verbalmente pueden derivar en conductas desafiantes (Prizant et al., 2003).

Señales de alerta:

La desregulación emocional no es un diagnóstico por sí mismo, pero puede estar presente en diversos cuadros como el TDAH, el TEA, los trastornos del estado de ánimo, o situaciones de estrés prolongado.

  • Cambios de humor intensos y repentinos
  • Rabietas o crisis emocionales prolongadas
  • Reacciones exageradas frente a frustraciones menores
  • Dificultad para calmarse solo/a
  • Baja tolerancia a la espera o a la frustración
  • Impulsividad o conductas desafiantes

regulación emocional


Estrategias para acompañar

El primer paso es consultar con profesionales especializados, que puedan evaluar en profundidad lo que ocurre, descartar otras causas, y orientar un plan de trabajo a medida. El trabajo articulado entre familia, escuela y profesionales mejora significativamente el pronóstico de estos niños y adolescentes.

  • Validar emociones: Nombrar lo que sienten los niños ayuda a su autorregulación.
  • Rutinas y estructura: Brindan previsibilidad y reducen ansiedad.
  • Límites claros y afectivos: Favorecen la contención.
  • Técnicas de regulación: Respiración profunda, pausas activas, juegos sensoriales.
  • Apoyo profesional: La intervención interdisciplinaria mejora el pronóstico.

Acompañar con empatía y conocimiento

La desregulación emocional no es “mala conducta”, sino una señal de que el niño necesita apoyo para comprender y gestionar lo que siente. Un enfoque empático y basado en evidencia es esencial para su desarrollo.

En IMENIC contamos con equipos especializados que trabajan desde un enfoque integral y respetuoso del desarrollo emocional.

Si querés saber más sobre cómo evaluar y acompañar estos procesos, visitá nuestro sitio o escribinos. Estamos para ayudarte.



ESTEMOS SIEMPRE COMUNICADOS CONTACTO